Hola a todas y todos los que habéis llegado hasta aquí...



Soy otra apasionada de la fotografía (como otras muchas personas), que lo único que pretende es fotografiar pequeños fragmentos de la vida. Con ello intento llenar el baúl de los recuerdos de mi memoria para poder recordar con todo lujo de detalles una mirada robada, la belleza de una flor, el gesto de un pájaro, un paisaje, un lugar...

Así que espero que lo poco que sé de fotografía sirva para que disfrutéis de esos momentos captados por mí...

Floren Saló

domingo, 10 de enero de 2016

Rennes-le-Château (Parte 1)

Fuimos de visita a Rennes Le Château, en la región de Langedoc-Rosselló (Francia), para visitar la Torre Magdala, su biblioteca, iglesia, cementerio, pero no tuvimos suerte, durante el mes de enero estaban todos los lugares cerrados. Así que solo estuvimos viendo el exterior.
Aquí os dejo un poco de información, extraída de la Wikipedia:
Según he leído,  Rennes-le-Château ya estaba habitada unos 4500 años a. C. También se han encontrado vestigios de época romana (Villa Béthania). Y el camino de Santiago pasaba por Rennes-le-Château.
El pueblo actual fue fundado por los godos que se convirtió en plaza fuerte debido a su posición estratégica, al estar a cierta altura, por encima de los valles de la zona.
Desde allí se puede vigilar tanto el paso por el Pirineos, como el paso por la región del Languedoc.
Fue un territorio invadido por los árabes, y reclamado posteriormente por la corona de Aragón. Siendo más tarde zona de refugio para cátaros de la región hasta 1210, fecha en que Simón de Montfort lo tomó y entregó a su compañero de cruzada Pierre de Voisins.
Más tarde, fue el párroco Bérenger Saunière quién vivió, reformó y se hizo cargo de Rennes-le-Château.
Pero según cuenta la leyenda, el párroco Bérenger Saunière (1852-1917) habría encontrado unos documentos o un tesoro secreto en uno de los pilares del altar de la iglesia mientras llevaba a cabo una reforma de la misma; cuestión que en su día corroboraron dos de los seis obreros que trabajaron en la obra, que fueron supuestos testigos, y que aún vivían en 1958.
Dos pergaminos de dudosa veracidad, que están reproducidos y expuestos en el museo del propio pueblo, serían parte del secreto que fue encontrado por Saunière. En uno de ellos se muestra el árbol genealógico de la dinastía merovingia, cuyos miembros, según algunas teorías que interpretan esta leyenda, serían descendientes de Jesús de Nazaret.
Se dice que al mismo tiempo que el cura descubrió el secreto oculto en la iglesia, su nivel de vida se disparó, y empezó a frecuentar selectos y restringidos círculos entre cuyos integrantes no faltaban miembros de la realeza europea. Los escépticos apuntan que este enriquecimiento se debía a que el padre Saunière vendía misas, haciendo caso omiso a las estrictas limitaciones de dicha actividad indicadas en el código eclesiástico; y que además solicitaba donativos para la construcción de una residencia de sacerdotes ancianos o enfermos que nunca se edificó, fondos que desvió muchas veces para su propio uso.
De igual modo, la leyenda asocia el descubrimiento del fabuloso tesoro al inicio de una serie de peculiares construcciones en el pueblo, tales como la Torre Magdala -dedicada a María Magdalena-, así como la reconstrucción de la iglesia parroquial, en la que el abate dejó varias señales, como una inscripción en la entrada en la que se lee: Terribilis est locus iste (Este lugar es terrible, cita extraída del Génesis). Esculturas representando al demonio Asmodeo, guardián de los secretos, y un viacrucis muy peculiar también adornan esta parroquia.












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